¿Bebería un vaso de leche materna de su propia madre?
Si no, ¿por qué consumir la leche de una especie animal ajena que no está diseñada para nosotros? Si es amante de la leche y no considera dejarla, le invito a descubrir los beneficios de optar por alternativas vegetales:
Contribuir a la prevención de pandemias: El uso de antibióticos es común en las vacas lecheras debido a las condiciones de hacinamiento en las que se mantienen. Además, es completamente ilógico beber la leche de una especie diferente a la propia y que ello se prolongue hasta la adultez y la vejez. Esto no sucede en la naturaleza. La leche de vaca está diseñada para que el becerro duplique su peso en dos meses y es adictiva, para garantizar que el bebé sobreviva, no para el crecimiento de un humano. Los antibióticos y las hormonas que se administran a las hembras para preñarlas continuamente y que den leche, se transfieren al consumidor que la toma. Tanto medicamento puede acelerar el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos, incrementando el riesgo de contagios y mutaciones peligrosas para los seres humanos, un factor potencial en la creación de pandemias.
Poner fin al maltrato animal: La explotación ganadera y la producción de lácteos frecuentemente mantienen a las vacas en condiciones devastadoras. Esto aunado al sufrimiento de madre e hijo cuando se les separa, negándoseles el alimento que les corresponde. Esta práctica se realiza sin cesar a lo largo de la vida de las vacas que, cuando dejan de dar leche, son llevadas al matadero para ser sacrificadas, a menudo de manera inhumana. Documentales como Meat theTruth, Cowspiracy, Dominion, etc. proporcionan evidencias de la verdad que esconden estas industrias. Elegir bebidas vegetales, apoya un sistema que es sustentable y ecológico.
Fomentar la salud y la prevención de enfermedades: Las bebidas vegetales suelen ser menos alergénicas que la leche de vaca y remplazarlas en su dieta puede reducir el riesgo de problemas digestivos, ayudando a mitigar riesgos de enfermedades crónicas como inflamación, diabetes tipo 2, trastornos cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, entre otros. Muchas personas experimentan intolerancia a la lactosa sin saberlo, y algunos estudios sugieren que la leche podría incluso estar relacionada con la osteoporosis. Las leches vegetales carecen de lactosa y son fáciles de absorber, ofrecen nutrientes valiosos y pueden ser ricas en vitaminas y minerales, especialmente si se fortifican, pudiendo ser complementadas en la dieta con alimentos ricos en calcio como ajonjolí, legumbres, naranja y verduras de hoja verde, entre otros.
